Nuestra Plaza de Mercado

"Las Galerías", es su nombre original y fue inaugurada el 21 de septiembre de 1949. Con 67 años de servicio, la plaza actualmente cuenta con 198 puestos de mercado, 21 restaurantes, 6 puestos de grano, 14 puestos de panela, 31 locales para cafetería, locales de cacharrería, supermercados alrededor de la plaza, el pabellón de carnes y un segundo piso para artesanos y varias oficinas. De la tierra, fuente de trabajo inagotable y labrada por manos campesinas, brotan los alimentos que a diario son vendidos por los trabajadores de la Plaza.

El incipiente apoyo que por tiempos inmemoriales le ha dado el Estado al campo en materia de vías terciarias, de tecnologías apropiadas, de políticas de importación equivocadas, entre otros aspectos, ha generado el atraso de las regiones, el robo de tierras y el consecuente desplazamiento de los campesinos hacia las ciudades. 

Aun así, la ruralidad de los municipios como el Líbano, le sigue aportando réditos a la economía municipal y a la sana alimentación de otras regiones, especialmente a la ciudad. 


ABANDONO INSTITUCIONAL 

Según los trabajadores de la plaza, quienes pagan $30.000 de arriendo por el puesto, la venta es buena pero tienen dificultad en adquirir la variedad de productos: "Antes teníamos un campesinado muy laborioso que traía el producto de veredas del Líbano, Murillo, Santa Teresa, Villahermosa, pero hoy en día el campo está en crisis y el campesino está trayendo poco mercado, además los revendedores le pagan el producto como ellos quieran y hay que comprar productos de Ibagué y Bogotá para poder surtir la plaza de mercado". 

Frente a esta situación consideran que para evitar el acaparamiento, los vendedores de la plaza deben asociarse con el fin de adquirir la cantidad necesaria de productos. Así evitarían la intermediación, valorarían el trabajo del campesino y venderían a precios más justos. 

Personas como Isabelina Caro, Ferdinando Henao, Honorio Rojas, Carmen Pineda, entre otras, quienes llevan laborando con su familia entre 23 años y 40 años, coinciden en afirmar que con la venta de los productos del campo "han podido sacar adelante a la familia". 

Constituido por 78 veredas, el Líbano es un municipio productor de: plátano, yuca, naranja, guineo, cilantro, aguacate, maíz, huevos, leche, panela, café, entre otros. Sin embargo, productos como la cebolla larga, cebolla cabezona, remolacha, frutas como la manzana, la pera, la granadilla y gran parte de las verduras, entre ellas la zanahoria, la arveja, vienen de Bogotá y de otras regiones a precios más altos.

"Vivir en el pueblo de uno, es mucho mejor que vivir en la ciudad, donde nadie lo conoce y está haciendo lo mismo que aquí, luchando por tener el alimento, la vivienda y otras cositas pero con más tranquilidad ... mire no más, tan bonito el mercado de aquí, que aunque está un poquito caro y escaso siempre es más barato que en la ciudad, por eso hay que apoyar el campo y al campesino... sobre todo el alcalde y los concejales, tienen que trabajar para mejorar el campo..." .

Así se expresaba una amable señora mientras mercaba en la plaza,  y sus palabras además de reflejar el orgullo por su pueblo, manifiestan la necesidad de que la administración municipal actúe oportunamente, con el fin de ayudar a resolver los problemas de su comunidad. Es indispensable que al campo colombiano también llegue lo expuesto en la Política de Desarrollo Rural Integral, para garantizar las condiciones de bienestar y buen vivir de la población rural. 

 

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